Mi Historia
Y decidí empezar a escribir de nuevo, la frustración y la impotencia me han
obligado, no sé si al hacerlo algo en mí se siente mejor pero al menos así, si me
siento segura.
Soy una pobre ilusa, quien más cree que uno recibirá a cambio todo lo que uno
ofrece, quien más cree que las personas pueden cambiar en algún momento, que
siempre hay que esperar lo mejor de otros y que sin importar la distancias todos
estarán ahí para ti, ¡maldita sea no es así! si mis propios padres me han dejado
sola. Últimamente ya ni los veo y realmente no me hace falta hacerlo, pero hoy,
hoy los necesitaba. Estaba en casa pues llegaba de la universidad alrededor de
las cuatro de la tarde y recibí una llamada, era Diana, estaba feliz pues pensaba
que nos quedaríamos hablando por horas como habitualmente lo hacíamos, pero
no, la llamada duró exactamente 23 segundos y escuchar lo que dijo me dolería el
resto de mi vida. Fue directa “Santiago ha muerto” no quise escuchar que había
pasado simplemente entendí que el ya no estaba aquí. Algo en mi murió en ese
preciso momento, acabó una historia y empezó una vida llena de recuerdos,
recuerdos que me llevaron a la desgracia misma.
Me senté en el sofá de la casa y empecé a recordar todo lo que había sucedido
con Santiago y supe que la muerte había llegado a su vida a consecuencia de sus
acciones. Y sí, me dolía, me duele y me dolerá porque comprendí que la adicción
más grande no es la que compras por 20000 pesos con tus amigos, si no aquella
droga que empieza con las sensaciones más hermosas, con un gusto, una mirada
o una caricia, que al poco tiempo se convierte en todo lo que deseas, ver,
escuchar, sentir, con lo que quieres estar, empiezas a depender de eso todos los
días, a cada hora, y si sientes que esa droga se aleja de ti, haces lo imposible
para retenerla así sepas que dejarla ir sería la mejor prueba de amor propio en tu
vida. Y si, habló del amor, del maldito amor que nunca se convirtió en odio, de
enamorarme de un patán que no fijó limites conmigo y no habló de golpearme algo
peor, algo que me destruyó todo en la vida, que me volvió esclava, débil y adicta,
el mundo de las fantasías.
Recuerdo el primer día que lo vi, era un tipo muy particular, llegaba con Diana y
unos amigos más. En el momento no me provocó nada, nos presentaron, y
después de esto no nos dirigimos la palabra en toda la noche; alrededor de las
dos de la mañana ya estaba ebria y quería solamente bailar, lo tomé de la mano y
lo invite a bailar
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